Esta semana he vivido uno de los momentos más emocionantes de toda mi vida artística. Os cuento un poco: Allá por diciembre de 2021 me escribieron de “Detrás Del Instante”, un programa documental en La2 de Televisión Española, que en cada capítulo de 30 min contextualiza una de las fotos más icónicas de un gran […]
Empezaron siendo desconocidos, sujetos fotografiados en la calle en imágenes tomadas sin posar, sin permiso, o sin interacción, con un propósito artístico. Pero por una u otra razón, y a menudo con las redes sociales jugando un papel clave, llegué a conocer a las personas en mis fotos y establecí una conexión humana con ellos. Casi siempre tomando café y con una gran charla, aprendí sobre sus vidas, les regalé una copia impresa de su foto original y les tomé un retrato posando con ella. De desconocidos a conocidos… y prueba de que la foto de cale tiene un lado positivo sobre el que no se habla a menudo.
Cuando salimos a las ciudades a sacar Foto de Calle con un propósito artístico o documental, ¿podemos fotografiar a desconocidos sin su permiso explícito? ¿Es correcto que lo hagamos? ¿Puede generar conflictos? Este artículo es una visión personal sobre la cuestión de los derechos de los fotógrafos, y a la vez un llamado para un enfoque ético y empático al tomar fotografías «robadas» (sin posar).